Prosalus es una ONGD que trabaja desde 1985 por la promoción de la salud en Bolivia, Perú y Mozambique. Partimos de la convicción de que cualquier persona, por el hecho de serlo e independientemente de su raza, credo, sexo, nacionalidad, lugar de residencia, estado civil o cualquier otra circunstancia, tiene un conjunto de derechos que son universales, inviolables e inalienables, entre los que se encuentran el derecho humano a la salud, a la alimentación y al agua.



23 abr 2011

El día después. Mozambique aún en la retina

DIÁLOGO ABIERTO por Maria Jesús Abellán

Creo que mi primer post sólo podía llamarse así: el día después. Es un modo rápido de convocar dos ideas: un gran acontecimiento y su huella en la vida que comienza después… Algo grande ha ocurrido, he pasado una semana maravillosa en Mozambique sobre la que ya he escrito. Sin embargo le faltaba su contrario para estar en equilibrio: la crónica del día después.


El día después es el sobresalto de un despertador inesperado, la extrañeza de un autobús un poco triste, nuestra propia rutina que de repente se percibe como un vestido algo estrecho… Pero sobre todo el día después es un camino, un proceso para volver a ocupar tu lugar en el mundo, volver a ser esa pieza del puzzle aún siendo otra distinta. Y eso que ha sido sólo una semana… Sí, ha sido sólo una semana y sin duda esto hace las cosas más fáciles y los días vuelan y el sol sale y la piel muda y se renueva y avanza imparable hacia el resultado inevitable de conjugar e integrar del mejor modo posible lo visto y lo vivido con la propia existencia. ¿Cuál será el producto de esta adaptación? Supongo que el tiempo lo dirá pero por el momento percibo a una especie de voluntaria 2.0.

La oportunidad de vivir esta semana ha sido un regalo. Las escuelas de negocios lo llamarían “business case” y yo he tenido la suerte de verlo en directo. Antes lo había visto en fotos, en números, en informes, en asambleas… Instrumentos muy válidos y dotados de muchos colores y de la mejor voluntad pero carentes de la piel tan necesaria… La piel que pone nombre a las fotos, la piel que hace que los informes y los números nunca más sean papeles fríos, sino el trabajo y el desvelo de muchas personas por cuadrar cientos de datos… Aparentemente la parte más árida de un proyecto, pero estando en terreno hasta las facturas tienen un poco de alma porque la realidad está al otro lado de la puerta. La piel que hace que nunca más vaya a poder leer un informe de Prosalus sin sentir un pellizco en el corazón y la conciencia. Y la piel, tanta piel, tanta alma, que ha hecho nacer la voluntad inquebrantable de ser parte de esto.

¿Y que podrá hacer esta voluntaria 2.0 con todas sus ganas y su determinación y su anhelo? Pues seguramente cosas muy pequeñas, porque eso también es parte del aprendizaje del “business case”: miras lo que te rodea y piensas “qué pequeña”… Qué pequeña soy ante el alcance de esto, qué pequeña ante los grandes acuerdos de las agencias del gobierno, qué pequeña frente a los planes estratégicos, los convenios, los instrumentos, los tecnicismos inevitables y necesarios de los trabajan con su vida en los proyectos… Qué pequeña soy… Qué poco tiempo tengo…

Pero la botella siempre puede estar medio llena si de verdad lo deseas y un día te descubres en la universidad preparando una clase de Principios de Economía para contarles a tus alumnos que existe un lugar en África llamado Massaca; quedas con los de la oficina y les hablas del berçario; hablas con tu marido e intentas averiguar si en alguna de las empresas a las que visita hay alguna partida para cooperación… Ojos nuevos para buscar en lo cotidiano el milagro de una oportunidad, la ocasión de dar forma a un nuevo grano de arena.

Quiero ser parte de esto. Ojalá que este deseo me acompañe siempre. Ojalá sepa hacer el mejor uso de todo lo sentido. Y ojalá pueda traer de vez en cuando a este espacio las novedades de esta voluntaria, muy pequeña y desde ahora quizás, también, un poco 2.0.

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