Prosalus es una ONGD que trabaja desde 1985 por la promoción de la salud en Bolivia, Perú y Mozambique. Partimos de la convicción de que cualquier persona, por el hecho de serlo e independientemente de su raza, credo, sexo, nacionalidad, lugar de residencia, estado civil o cualquier otra circunstancia, tiene un conjunto de derechos que son universales, inviolables e inalienables, entre los que se encuentran el derecho humano a la salud, a la alimentación y al agua.



12 ago 2010

La brecha de la desigualdad

Los informes de desarrollo humano (IDH) son informes independientes encargados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para articular el debate sobre algunos de los desafíos más urgentes que enfrenta la humanidad. En esta ocasión, ponen el acento en el fenómeno de la desigualdad y en la elaboración de propuestas políticas concretas que deberán adecuarse al entorno específico de cada país. http://www.idhalc-actuarsobreelfuturo.org/

¿Es posible reducir la desigualdad en América Latina y el Caribe? Tres rasgos caracterizan la desigualdad en esta región: es alta, persistente y se reproduce en un contexto de baja movilidad. Además, está afectando negativamente el desarrollo humano en la región. Una estimación realizada por el equipo del informe muestra que el nivel de desarrollo humano en América Latina y el Caribe disminuye, en promedio, entre el 6% y 19% cuando se incorpora la desigualdad en la medición del índice de desarrollo humano.

El estudio muestra que el nivel de ingresos o el nivel educativo, entre otros factores, están detrás de la reproducción de situaciones de desigualdad en desarrollo humano. Sin embargo, existen otras causas estructurales de origen político y social que reflejan factores históricos, falta de igualdad de oportunidades y de acceso a las relaciones de poder, con situaciones de exclusión, opresión y dominación.

Si redujéramos la desigualdad, contribuiríamos a crear sociedades “conectadas” donde el crecimiento económico y la cohesión social se fortalecerían. La existencia de clases medias fuertes ofrece la posibilidad de reducir la brecha de la desigualdad. A diferencia de las sociedades polarizadas, en este tipo de sociedades las personas perciben la existencia de otros tipos de vida que son alcanzables, lo que favorece la movilidad social. Además, la clase media aporta alrededor del 30% del ingreso total de los países.

¿Cómo se traduce la desigualdad? Algunos datos que ofrece el informe muestran, por ejemplo, que la escolaridad actual de los jóvenes en la región está íntimamente ligada al nivel escolar de la generación anterior. Mientras el 71,6% de los jóvenes con padres con título universitario consiguieron finalizar este nivel educativo superior, sólo el 3,1% de los jóvenes cuyos padres tienen la primaria incompleta concluyeron sus estudios universitarios.

Las mujeres reciben un menor salario que los hombres por igual trabajo, soportan una doble carga laboral y tienen mayor presencia en la economía informal (el 45% de las mujeres trabajadoras), lo que implica falta de acceso a prestaciones sociales y mayores condiciones de vulnerabilidad.

Con respecto a las desigualdades asociadas al origen racial y étnico, los niveles de pobreza son notablemente mayores en la población indígena y afrodescendiente que en la población eurodescendiente. Así, el doble de la población indígena y afrodescendiente vive con menos de 1 dólar por día, respecto a la población eurodescendiente.

Las restricciones que enfrentan los hogares son múltiples y en ocasiones se refuerzan unas con otras. Este nuevo informe pretende convertirse en un instrumento de debate sobre la necesidad de un enfoque más integral de políticas públicas y de un fortalecimiento de los instrumentos redistributivos y regulatorios del Estado, que reduzcan la brecha de la desigualdad.

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